viernes, 10 de septiembre de 2010

Pesadilla

Me pierdo entre un montón de personas que no paran de moverse y de gesticular cosas extrañas en sus caras,estoy como en una nube,observando todo de arriba y cási perdiendome en la sensación de no-gravedad que experimentaba mi cuerpo.Me encontraba totalmente feliz y cantaba una canción que hablaba de cosas sin sentido mientras masticaba un chicle y me reia de todos los presentes.
Empezaba a caminar sobre el ego mismo de aquellas personas,intentando hacer que dejaran de ser tan patéticamente iguales unos de otros,quizás rompiendo aquella barrera que les impedía ser ellos mismos,así logré (pisando sus cabezas) que reaccionaran con su verdadero yo.
Odiaba que ésas personas usaran una careta,que no fueran ellos mismos,me sacaba de mi ser el hecho de que intentaran ser otras personas para gustarle más a los adolescentes de raza humana...Me acerqué a ellos con aire soñador...
Una de ellas me miraba perdida,entendía lo que yo estaba sintiendo en ése momento pero lo disimulaba muy bien ante el resto,sabía que me parecían totalmente tontos,entonces comenzó a reir y su risa fué contagiosa,me llenó de algo parecido a cosquillas en mi interior y brotó de mi boca algo parecido a un grito,lo era,estaba gritando porque sentía hacerlo,y no me importaba que me consideraran un loco,porque éso quizás era lo que yo quería...
Empezamos a hablar,nos estábamos divirtiendo mucho sinceramente,más de lo que yo había imaginado,uno de ellos en un momento prendió un cigarrillo que tenía aplastado en un bolsillo trasero de su jean,su asqueroso olor nos inundó a todos y empezamos a descubrir formas en el humo,fué de lo más extraño y gracioso ver un pony que me sonreía de oreja a oreja.Una de ellas,la chica que me había mirado primero,decía que veía un duende,¿donde está el duende? le pregunté, "ahí está" gritó,señalando un poco de humo que huía de nosotros como si pudieramos soplarlo y hacerlo perder su exquisita forma de duende.
Todos reíamos mucho y lo hicimos durante mucho tiempo.

Entoncés empezé a sentir de nuevo la sensación de no-gravedad,sentía que mi cuerpo ya no estaba atado por las leyes gravitatorias que se aplicaban en mi planeta,estába más allá de todo contacto con algo rígido,estable y hasta conocido,me encontraba viajando en mi propio mundo a una velocidad que no podría describir,todo era velocidad y olores,de repente comenzé a sentir muchos olores conocidos y me asombró lo que ví.
Pisé tierra por fin,me sentía seguro y a la vez no,me encontraba en un jardín enorme,lo reconocí de inmediato,era el jardín de la casa de mis abuelos paternos,donde habia pasado incontables horas,dias y meses soñando y jugando en lo que yo creía que era mi lugar en el mundo,el lugar donde había gestado mis sueños más profundos.
No podía entender cómo había pasado de un lugar completamente diferente a otro,de haber estado rodeado de un montón de caretas drogados que me hacía reir a un lugar tan dentro de mi corazón como lo era donde estaba parado,no entendia nada,y me senté  al lado de mi pino.
Comenzé a observar sus ramas,mis padres lo habían encontrado en un basurero un día que habían ido a darle comida a gente que vivía cerca de ahí,estába en una lata de durazno cuando lo encontraron y decidieron llevarlo a la casa y finalmente plantarlo,cosa que hicieron.
El pino era enorme,desde que yo tenía uso de razón lo habia sido,antes había sido hermoso y fuerte,verde y desprendía muchisimo olor que me inundaba los pulmones de aire fresco en las tardes de verano que habia pasado ahí.
Ahora estaba gris y avejentado,sin olor aparente y extendía su tristeza a todo su alrededor,entonces lleno de una inexplicable angustia me largué a llorar abrazando mis piernas debajo del pino que mis padres junto con mis abuelos habían sembrado cuando yo había nacido,teníamos la misma edad.
Y sentí el peso del tiempo sobre mi cuerpo,todo giraba a mi alrededor y yo lloraba por cómo me sentía y por el pánico que me daba lo que estaba sucediendo,quería que parara y que todo volviera a la normalidad,no podía soportarlo ni un segundo más,entonces como había comenzado se detuvo,y sentí como mi cuerpo se desvanecía.

Por muchas supuestas horas todo fué negro,un negro sin tiempo y sin espacio,el vacio total de la existencia.
Entonces sentí que alguien me hablaba y abrí los ojos,era mi madre,que abria las cortinas de mi habitación y dejaba entrar un radiante sol que inundaba todo,"buenos dias" me dijo sonriendo,buenos dias mamá,y le también le sonreí.


xoxo
Ramiro Lara