Estoy caminando debajo de la lluvia,intentando en vano esquivar las gotas de agua que caen sobre la ya oscura ciudad capital. Mis pies se aceleran,gobernados por un dictador de apellido cerebro que lo único que quiere es llegar a una casa,al resguardo de la maldita lluvia.
Una mujer pasa a mi lado con un paraguas y siento envidia,pero...¿porqué? porqué tendría que envidiar su paraguas,su ropa seca? por alguna extraña razón yo tenía que mojarme,quizás todo lo que había echo en el día encajaba perfectamente para que yo me mojara.
Odié esa idea,sentía que el destino había jugado conmigo a lo largo de éstas últimas horas.
Entonces,rendido ya al aguacero,me liberé ya de toda resistencia.
Una gota rozó mis labios,y muy cuidadosamente se introdujo en mi boca,intrigado,el dictador mandó inmediatamente a mi dulce lengua: "pruébala" me decía...."siente su sabor".
Me gustó,me pareció divertido,levante mi cara hacia el cielo y dejé que las gotas cayeran sobre ella,procurando que nadie me viera,procurando que nadie emitiera un juicio sobre mí y me arruinara el momento....pero fué inevitable.
Al instante tenía la mirada de una vieja decrépita,provista con un paraguas que parecía de 1810 mirándome fijo y con cara extraña. Le devolví la mirada con odio,conciente de que me seguía observando volví mi cara al cielo y seguí haciendo lo mío como si ella no existiera,en ese instante mi cerebro sugirió: "Abrí la boca" y al cabo de dos segundos al ver que yo me negaba volvía a decir "Abrí la boca,le va a encantar".
Lo hice,abrí mi boca y dejé que unas cuantas gotas entraran en ella,me dio cosquillas sentir tantas y arrugué mi cara,sin querer una sonrisa se dibujo en mi cara.....
Volví a mirar a la vieja y ví otra sonrisa que me era para mí.
Un día de lluvia como hoy
Mi boca encontró un sabor que no recordaba.
Entonces descubrí
Que hasta una gota puede hacerte cambiar
La naturaleza perfectamente forjaba
Un nuevo destino para mí.
Y Mi pelo ya no es pelo sino algas,muertas a la orilla del mar.
Y mis piernas parecen ramas,fangosidad de rio.
Ramiro Lara