Un monstruo enorme salió entonces de la nada y borró para siempre ese mundo de sueños que tanto me costó construir.
Quemó mis sueños de una bocanada y entonces cuando hubo terminado pude ver sus enormes ojos,fríos y llenos de profundo e irracional odio hacia mí.
Entonces no pude contra aquella bestia,nunca tendría la fuerza necesaria para alzar la espada y matar con la pésima y horrenda realidad que me rodeaba...
Imaginen luchar sin sueños,sin esperanzas,y contemplar un mundo soñado totalmente devastado y sin remedio alguno,acaso si nos quedara energia vital para retener la fuerza ejercida por una lágrima a punto de caer....¿cómo podríamos defendernos?.
Todo terminó con la última bocanada de humo que emergió de algo que ya no pude ver,y el terror y la angustia se resumieron en un último velo de humo negrísimo que se disipó en mi nariz.
Sentía frio y lloraba,nada ya existía que pudiese consolarme,porque todo éso era mío,eran mis sueños y nadie más que yo se hacia responsable del dolor de su pérdida,debía ser,aunque fuera imposible: Fuerte
Y así fuí para la gracia de mi ser,volví a construir ése planeta lleno de sueños y cosas que no puedo explicar,volví a sembrar sentimientos y a fabricar sonrisas en cada esquina y encerré los últimos monstruos deformes que me dijeron se llamaban Miedos en una caja de cristal pulido para siempre.
Podría morir ,no estaría preparado para sobrevivir sin iluciones,sin realidades,sin oxígeno,sin creatividad,sin amor o sin sueños,porque simplemente mi néctar,lo que me da vida,mi perfume y mi entero ser formado casi en su totalidad de dichas cosas ya no existiría.
.
