lunes, 7 de mayo de 2012

NA

Mi tia Natalia esta loca, la amo, habla muy mal en ingles y canta tango.
Si ella canta tango en los colectivos y en los trenes, en el subte y en fiestas provinciales de musica.
Canta muy bien realmente, quizás muchísimo mejor que todos ustedes, pero no es necesario aclarar eso porque es obvio que quizás no la oiran para juzgarla ustedes mismos.
Ella es una Dragona que renació de las cenizas en la que se había visto envuelta, recuperó sus doradas escamas para poder afrontar la vida de una manera diferente. Podría decirse que es una luchadora.
También la veo como una eterna adolescente de 15 años que no sabe muy bien que hacer de su vida, pero, quien soy yo para juzgarla?.
Ella me contaba que cuando yo nací ella fue al hospital a ver a mi madre y a su primer sobrino, y que cuando me vio me robo un pedacito de uña que se me estaba por salir.
Es la última de las hermanas de mi mama, las cuales son 4, una más loca que la otra, seres muy especiales y muy similares, es increíble como cada una de las 4 tiene algo de la otra y así se repite en secuencia de 4.
Espero que lo que siga contando ella no lo lea porque nosé como podria tomarselo pero me incumbe tanto a ella como a mí.
Paso a contar el episodio:
Hace ya varios años, ella era adicta a las drogas, desde pequeña experimento (hablamos de unos 15 años), primero con la marihuana, luego con otras más. Un día quiso el destino enfrentarnos, probarnos.
Yo estaba en mi habitación con mucho hambre en el momento en que ella entró a la casa con cara de desquiciada loca adicta sacada de la vida, yo la miré e intuí que estaba muy drogada, lo que era normal en ella pero como estaba de paseo por Buenos Aires no le dije nada. Le pregunte si tenía hambre y si quería comer conmigo comida china que estaba por pedir al delivery, ella dijo que sí pero que la ayudara a buscar un cargador de telefono. Ella lo buscaba con desespero, diciendo mil cosas a la vez y con sus ojos totalmente desorbitados y vidriosos.
Lo buscó y no lo encontró y cuando llegó la comida ella todavía lo seguía buscando, nose que pasó realmente después pero ella empezó a tratarme muy mal y termine llorando.
La eche de la casa literalmente, porque las cosas que decía eran demasiado dementes y agresivas entonces me pareció lo mejor.
Luego de ese momento, según palabras de ella, tomó realmente conciencia de su adicción, algo le hizo click en el cerebro y al tiempo comenzó terapias y más tarde lo que la llevaría a su increíble recuperación; Narcoticos Anónimos.
Hoy es una persona diferente, hoy tiene 34 o nosé cuantos años, pero muy peculiar y quinceañiera, sigue estando loca como antes o inclusive aún más.
Perdon si lees esto tia, te quiero.