martes, 31 de enero de 2012

Sincericidio

Estoy molesto, mis sentimientos están siendo saboteados una vez más perversamente.
Me molesta tanto que jueguen con mi amor, no tiene idea de lo malvado que puedo ser, de lo frío y asqueroso que puedo volverme frente a una demostración de dominio sobre mi persona. Nada ni nadie puede atarme a nada, jamás voy a dejar que me mantengan en cautiverio, porque puedo hacerme el cautivo pero nunca realmente lo seré.
Y mi vida cambia y otra vez vivo un día nublado.
A quién realmente le importamos? si nuestra vida al fin y al cabo es nuestra y nadie puede ponerse en nuestras pieles para sentir el dolor o la felicidad que sentimos. Menos aún el dolor, que es más difícil de tolerar que la dichosa felicidad.
Ésta es una declaración, esto es un sincericidio.
A mi alrededor nacen bebés, se casan mis mejores amigas, mis familiares siguen con sus respectivas vidas, y nadie mira a su costado para preguntar si te sentís bien o no, a nadie SINCERAMENTE le importa tu vida, porque es tuya, y de nadie más. ¿No tienen las demás personas suficiente felicidad o en cambio, suficiente dolor como para ocuparse del nuestro?.
Ayer a la noche no encontré una explicación al significado del amor, ¿será una mentira mundial? ¿nos engañaremos a nosotros mismos justificando buenos sentimientos cuando en realidad obedecen a deseos banales y egoístas?.
A nadie le gusta estar solo, pero yo puedo estarlo tranquilamente.
Siempre que me lastiman me voy corriendo a un lugar seguro, dentro de mi mente y mi corazón, y me acepto en soledad, curo mis heridas y revivo como un Ave fénix para incinerar la vida de los que me lastimaron y encandilar a quienes quiero que entren en mi vida y me hagan feliz.
Estoy dolido, a veces pienso, si todas mis amigas están viviendo sus vidas y teniendo sus maravillosos bebés y sus futuros maridos, (como si fueran vidas perfectas) quizás lo son, ¿porque yo no puedo? ¿que estigma tengo en mi interior que no me deja progresar? ¿ soy yo o son mis elecciones?. De todos modos no quiero tener hijos, no quiero traer al mundo más seres humanos, no tengo esa capacidad, no me fue otorgada y tampoco la deseo en absoluto, no se confundan.
No quiero tener hijos, ya lo decidí.
No creo en el amor que me está vendiendo ésta sociedad, son todos falsos, son un asco, y no entienden lo que entiendo yo, definitivamente.
Dios, que en su infinita misericordia me encerró en este cuerpo no tuvo la amabilidad de decirme las consecuencias de vivir esta vida, relativamente corta y larga si tenes mucha suerte, llena de horrores por superar, por ver y por vivir, dónde los pocos seres humanos que soñamos con lo imposible nos vemos a menudo embarrados por la mugre que generan nuestros miedos, influenciados por la sed de control y perfección que nos intentan vender para que seamos cada vez más ignorantes, más limitados, más infelices, incluso en aspectos como el amor.
No señores: yo tengo ojos, y tengo un corazón que no podrán engañar, nada ni nadie.
Ser feliz, aún en la oscuridad más abnegada y sucia es el arte de existir.


Ramiro Lara.